Con VisiÒptica Pastor conocemos los síntomas que nos ponen en alerta

Cada mañana, y antes de que se vayan al colegio, les miramos el horario para saber qué asignaturas tienen ese día, les revisamos la mochila, les preparamos el almuerzo… pero de sus ojos, ¿quién se preocupa de su visión?

Es ahora, cuando más que nunca, debemos estar atentos a la visión de nuestros hijos. Por ese motivo hemos acudido a VisiÒptica Pastor para que Josep Miquel nos de los consejos a seguir para tener un buen curso escolar.

Para un buen aprendizaje se necesita que sus ojos dirijan la mirada coordinada a un punto cercano (convergencia) y a un punto lejano (divergencia) obteniendo así una óptima visión binocular. Además, que puedan enfocar de manera eficiente y continuada a todas las distancias.

El proceso visual se desarrolla durante la etapa de crecimiento del niño y alcanza su plenitud en la etapa de escolarización, debiendo el sistema visual estar preparado para la lectoescritura como para ver bien la pizarra.

Por ello es tan importante realizar un análisis de las habilidades visuales del niño tanto de lejos como de cerca. Estas últimas influyen directamente en el rendimiento escolar.

Nuestro óptico-optometrista, Josep Miquel Pastor, nos detalla las alteraciones que pueden afectar al rendimiento escolar de nuestros hijos como son:

* Ambliopía ojo vago.

* Problemas acomodativos: dificultad para enfocar a diferentes distancias.

* Problemas de visión binocular: forias descompensadas, estrabismos.

* Problemas de motilidad ocular: importantes para una correcta actitud de lectoescritura.

Así que, para una buena detección y resolución de los problemas de aprendizaje, es necesaria una buena coordinación entre la familia y todos los especialistas involucrados (maestro, logopeda, pedagogo, médico, psicólogo y óptico-optometrista) teniendo, todos ellos, que estar atentos a ciertos síntomas indicadores de posibles problemas de vista del pequeño:

* Entrecierra, cierra o se cubre un ojo.

* Parpadea o se frota excesivamente los ojos.

* No le gusta o evita tareas que requieren mirar de cerca; períodos breves de atención, distracción frecuente.

* Coloca la cabeza cerca del libro durante la lectura, o se confunde de línea.

* Se queja de dolor de cabeza, náuseas y mareo.

* Torpeza excesiva.

* Gira la cabeza o la inclina hacia un lado.

Con todos estos consejos, que nos ha ofrecido VisiÒptica Pastor en nuestra sección de Bienestar, ahora estaremos más atentos a la vista de nuestros pequeños, ya que la visión de los niños es demasiado importante para no prestarle atención.

Ah, feliz curso!!!!!!